jueves, 30 de junio de 2011

te quiero a ti.

No encuentro palabras para explicar lo que siento, o mejor, lo que tú logras hacerme sentir. No encuentro palabras para describirte, para contarle al mundo lo que para mí significas. Cada vez que intento descifrar o definir lo que siento por ti no encuentro palabras que lo hagan. Lo que yo siento es un amor único, real. Un amor que sobrevive con el tiempo, que no se desvanece y que pervive. Amarte no es para nada fácil. Como todo amor, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Todos sabemos las buenas. Todos sabemos que me haces inmensamente feliz, que por ti sonrío cada momento, por ti respiro, vivo. Pero ¿y la parte mala? La parte en la que recuerdo que tú no sabes que existo, no sabes que existe una persona que daría su vida por verte, al menos un segundo. Sí, la parte mala es bastante… grande. Aún así, podemos buscarle la parte positiva a todo esto, y es que la perfección aburre. Mi vida se basa en una lucha constante por verte, por hacer que la parte mala desaparezca totalmente de mi vida. Una lucha en la que su final tiene lugar cuando nos encontramos. Cada día, cuando me despierto, miro tu gran sonrisa, y en ese me doy cuenta de que seguir adelante, pensar que ''es un nuevo día, y quizá un día menos para el final'' vale la pena. Cada día es uno menos, pero un día más en el que mi amor hacia ti, crece. Y no solo crece, si no que además se fortalece y se hace resistente al daño exterior. Así es mi vida, nuestra vida. La vida que tu me haces vivir, la vida en la que tu eres mi meta.

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