sábado, 24 de septiembre de 2011

Cederle al coraje un lugar.

No puedo contarle a nadie lo que siento, tampoco sería capaz, he pasado toda mi vida caminando entre la gente intentando no rozarla, pensando que podía vivir siempre de esta manera... Ahora me doy cuenta. No podía imaginar que el sonido de una voz se podía echar tanto de menos, ni que una sonrisa pudiera iluminar un día entero, no imaginaba que los ojos pudieran hablar y decir más que las palabras, no sabía cuanto calor pueden dar unas manos, ahora siento miedo y temo que sea tarde, esta noche el mar me parece más inmenso y el mundo demasiado frío.

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