Nadie puede entender cuánto duele.

Quizás no sea la chica perfecta. La típica niña pija, que siempre va vestida de rosa y es la tentación de cada chico que se cruza por su lado o la que no tiene ningún defecto. Pero, ¿sabes? lo perfecto aburre, por eso no quiero ser una de esas. Prefiero tener mil defectos y encontrar a alguien que me quieras junto con ellos. Quizás no siempre estoy ahí o a veces siempre lo estoy y caigo algo pesada, pero entiende que no es tan fácil. Las palabras se las lleva el viento, pero los hechos se quedan en el corazón. Por eso vale más una acción que mil palabras, pero ¿sabes cuál es el problema? que a veces una acción, aunque sea la mejor que hayas hecho por alguien en tu vida, no basta. Y te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, de que te pregunten y no saber qué contestar, simplemente porque ni tú misma lo sabes. Y es difícil, pero en eso se basa la vida, es tropezar mil veces y levantarte otras mil veces más. Que se madura con los daños que hay en esta vida no con los años que van pasando, porque al final te enfrentarás a la muerte y será el enemigo más difícil con el que te enfrentarás y que las posibilidades en que le ganes será una en un millón. Así que quiéreme hoy, porque mañana puede que no esté para ti. No digo que mañana te olvide, pero quizás mañana llegue alguien que valga la pena, que te supere en todo y cuando yo no esté me echarás de menos. Mientras tanto, nadie podrá entender cuánto duele.

¿Y tú?, ¿quien eres?

Soy una sentimental y una romántica empedernida. Soy todo y soy nada. Soy para el mundo lo que dejo que los demás crean que soy. Soy la que ya no cuenta nada porque no se fía ni de su sombra. Soy la de los ojos verdes, aunque digan que son azules. Soy la que piensa que en buen beso es mil veces mejor que un polvo y la que cree que todo es bueno o malo dependiendo de con quien lo compartas. Soy la que piensa antes de hablar y la caga el 99% de las veces. Soy alguien que se deja querer pero que solo deja que la quieran quien ella quiere. Soy verano e invierno. Soy difícil de llevar, complicada y la mayoría de las veces mi cabeza es un completo desastre. Soy la de la habitación más desordenada, pero la que tiene orden dentro de ese desorden. Soy agua y fuego. Soy la pequeña y no por eso la consentida. Soy a la que no le gusta esperar, la que se desquicia en esos momentos y la que siempre hace esperar a los demás. Soy a la que le encanta ver películas acompañada bajo una manta y abrazos. Soy la que le tiene un miedo increíble a la oscuridad y la que tiene mil paranoias al día. Soy la que se ilusiona rápido y olvida lento. Soy de las que les cuesta asumir y necesita un por qué para todo. Soy la que piensa mil cosas al mismo tiempo mientras mira por la ventana. Soy quien le cartas antiguas y echa de menos. Soy la que reconoce olores, cierra los ojos y vuelve al pasado. Soy la que pasea escuchando sus propios pensamientos acompasados por la música. Soy alguien que parece un libro abierto pero que para conocerme hay que leerme dos veces. Soy la que juzga y luego se retracta cuando conoce a la persona. Soy la prefiere estudiar por la noche para estar centrada mientras todos duermen. Soy la que se despierta en medio de la noche con el "bip" de un mensaje. Soy la de la habitación repleta de peluches. Soy la que da consejos y no se los aplica así misma. Soy agua y aceite. Soy la que se arregla con prisas porque adora esa sensación. Soy la que nunca sabe que ponerse. Soy la de las sonrisas fáciles si estoy con quien realmente me las provoca fácil. Soy la de los tacones altos y el pelo mojado. Soy la que patinando se siente libre... Soy la del tonteo fácil pero enamoramiento difícil. Soy la que sueña desde pequeña con ser médico, la que cada día ve ese sueño más distante, la que sueña despierta. Soy la que cree que lo imposible algún día se convertirá en posible y el im- se quedará por ahí perdido. Soy una persona más en este mundo, pero espero ser algo más para alguien algún día.