Lo siento... por tí.

Tan sólo con mirarte yo ya era feliz. No me preguntes por qué te quise tanto, no se puede explicar con palabras mientras salen de un simple teclado de un ordenador. Tampoco me digas cómo pudiste ser mis pensamientos, o simplemente cómo creí que tus manos eran las mejores del mundo cuando me abrazaban o tus labios los más hermosos cuando rozaban mis labios.
Fuiste tanto, y ahora no eres nada.
Te olvide, pasaste de ser un todo a ser un nada.... de ahí esa frase ..-no dejes que nadie sea tú todo, porque si se va, te quedarás sin nada-
Me quedé sin nada durante un tiempo, todo se cayó, pero me recuperé, fui fuerte, volví a creer en mí y sólo en mi y ahora ya no te quiero.

No nos importa quienes seamos, ya nos sabemos de memoria quién y cómo es la persona a la que amamos.

Anoche el sueño no aparecía por ninguna parte, supongo que sería porque estuve toda la noche pensando en lo que sucedió. Sinceramente todavía no entiendo el por qué. Debería de haber dormido bien pero mis pensamientos me lo impidieron. De tal modo que puse mis piernas en la alfombra, mientras me levantaba y me ponía mi bata. Fui hacia el espejo, con cuidado de no despertar a mis padres.
Mi imagen se reflejaba en él y yo no sabía quién era, no me encontraba. Hasta que poco a poco todo fue apareciendo... primero mi físico, ya se veía todo más claro y luego... bueno, luego, sin saber cómo mi pensamiento lo empezó a recordar todo, desde el principio, desde la primera mirada, desde la primera sonrisa.
Fue hermoso, mi cara tenía una sonrisa pintada hasta que llegué a la parte de los cielos oscuros, de la ruidosa tormenta, del dolor en el corazón...

Mi sonrisa se iluminó diferente, bueno creo que ni siquiera se iluminó, cambió. En ese momento me acordé de aquella frase que me llegó a decir una persona... -te mereces más que una sonrisa pintada al revés- Ahí me di cuenta que no valía la pena estar de pie, mirándome al espejo mientras inconscientemente recordaba las cosas del pasado y lentamente me llevé mis dos dedos índices de cada mano a los dos extremos de mis labios, hice un gesto hacia arriba y mi sonrisa volvió a aparecer iluminada.
Esa noche volví a soñar contigo...

Pequeña ley de vida.

Yo también he visto la película del Rey León. Sí, esa en la que aparece timón y pumba con su típica frase HAKUNA MATATA.
También observe como un pequeño león, todavía muy pequeño empezaba a aprender las cosas de la vida. Él quería ir sólo a cazar, porque ya era "mayor", su padre no quería, lo quería proteger, tenía miedo... pero el pequeño Simba lo convenció y su papi le dejó ir.
Él iba tan seguro, tan confiado... al final se dio cuenta que mejor ir a cazar con su padre, porque aunque fuera mayor siempre le quedaría algo que aprender.
Y es que la vida es así, siempre hay algo nuevo y hay que aprender de los errores. No te puedes fiar de nada ni de nadie, ni pensar que eres mayor, porque nunca se es lo suficientemente grande para seguir aprendiendo.
Yo de todo esto me quedo con la protección de un padre, el arrepentimiento de un hijo y con HAKUNA MATATA, porque a pesar de todo, tienes que aprender de los errores, porque nadie es perfecto y todo el mundo los comete, pero no te olvides de que siempre habrá un hueco para vivir la vida y ser feliz.

Stay strong.

Hoy me doy cuenta de que eso de -cuando una puerta se cierra, otra se abre- es verdad. Aprendí que después de la tempestad viene la calma. Que no todo es color de rosa, pero siempre sale el rosa claro. Anoche me di cuenta, mientras daba vueltas en la cama, que mis pensamientos se pueden ocupar.
Ahora me doy cuenta que todo a partir de hoy será más fácil, porque nunca me he sentido tan querida, y al fin y al cabo eso es bueno.
La vida te da palos y todo tipo de dolor que con el tiempo se van cicatrizando hasta desaparecer, mi cicatriz ya desapareció, sí, la que tu dejaste, y ahora ya no está. Y no, no despareció sola, desapareció porque yo fui fuerte, yo supe lo que hacer y nunca me rendí, porque la vida es un sueño y el despertar es el que nos mata.

Cederle al coraje un lugar.

No puedo contarle a nadie lo que siento, tampoco sería capaz, he pasado toda mi vida caminando entre la gente intentando no rozarla, pensando que podía vivir siempre de esta manera... Ahora me doy cuenta. No podía imaginar que el sonido de una voz se podía echar tanto de menos, ni que una sonrisa pudiera iluminar un día entero, no imaginaba que los ojos pudieran hablar y decir más que las palabras, no sabía cuanto calor pueden dar unas manos, ahora siento miedo y temo que sea tarde, esta noche el mar me parece más inmenso y el mundo demasiado frío.