miércoles, 18 de enero de 2012

No le tengo a miedo a una montaña rusa, pero sí a enamorarme.

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Cada vez que estoy contigo, mi reloj se congela, las agujas dejan de correr y el tiempo se para. Cada vez que estoy contigo, el mundo deja de girar, el sol se esconde y el viento no sopla. Cada vez que estoy contigo, el cielo baja a nuestros pies, las nubes son nuestros asientos y el azul del cielo se refleja en nuestros ojos. Cada vez que estoy contigo, el mundo se arrodilla ante nosotros, todo el mundo deja de existir y sólo estamos tú y yo. Por esos motivos, por esos simples motivos, me pregunto... ¿POR QUÉ? ¿Por qué me pasa y siento todo eso? ¿Será que esto empieza a ser más fuerte que yo?, ¿Podría ser que no es un simple "me gustan tus ojos" o un "quiero verte" sino algo más?...
¿Sabes? No le tengo miedo a una montaña rusa, pero sí a enamorarme.

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